Siguen volando pelotazos en el Monumental

Por algo están como están. River tapará su vacío con la victoria, nada menos que ante el clásico rival. Boca, en cambio, con la derrota abre las puertas de sus problemas a la comunidad futbolera. En el Millonario dicen "Hola Jota Jota"; en el Xeneize gritan "Chau Borghi". Ambos, igual, despidieron al buen fútbol hace rato. Un vecino de la cancha de River afirma que aún ve pelotas volar por donde cantó Paul McCartney hace unos días. Eso sí que fue un espectáculo.

River y Boca jugaron mal. Así, sin vueltas. Otra vez demostraron estar muy lejos de lo que marca la historia de ambos equipos. Otra vez. Y sin exagerar, lo del Monumental fue un partido típico de fútbol de ascenso. Con 22 jugadores buscando el error del contrario a través de un pelotazo largo y esperando que pase algo. Sí, esperando; no buscando. Igual, River fue más que Boca. Le ganó bien, para los críticos definidores, porque ganó las llamadas "segundas pelotas" y tuvo siempre cerca el arco de Javier García.  

Los dos usaron el pelotazo largo como principal herramienta. Y abusaron de ella. Volaba pobre, la redonda. La maltrataron. De los centrales de Boca salió siempre disparada derecho a los rechazos de los marcadores de River. Y de ahí despegó nuevamente para el otro. Pareció un partido de tenis. De lado a lado, con el mediocampo de River ganando las divididas. Sólo en eso fue superior a Boca. Y por eso le ganó. Un cabezazo a la red y a cerrar el partido. Ante este Boca no hacía falta "cerrarlo", si los jugadores de Borghi nunca tuvieron los mecanismos para "abrirlo".

Debo hacer una aclaración necesaria: en el Ascenso ya no se juega tan mal. Un día antes de este paupérrimo, triste y aburrido River-Boca, Atlético Tucumán y Rosario Central armaron un partidazo que terminó con seis goles, producto de un fútbol muy distinto al que se vio en el Monumental. River y Boca, desde la tabla de posiciones y desde el juego dentro de la cancha, van camino a esa categoría. Deben cambiar. Porque los dos están mal. River tapará momentáneamente su vacío con la victoria. Boca expuso sus problemas al mundo. Y dicen que aún siguen volando pelotazos en el Monumental...